Di spagnolo, gratitudine e canzoni
Siccome questa settimana, per via delle vacanze di autunno, non avrò la mia consueta lezione di spagnolo del lunedì sera, ho deciso di condividere qui una canzone di Violeta Parra che la mia insegnante Victoria ci ha fatto leggere e ascoltare durante la scorsa lezione. A me ha fatto pensare molto soprattutto riflettendo sull’ultimo mio periodo nel quale la vita mi ha posto di fronte a dure prove di cui sto imparando, giorno per giorno, a esserne grata.
Gracias a la vida
Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
me dio dos luceros que cuando los abro
perfecto distingo lo negro del blanco
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me ha dado el oìdo que en todo su ancho
graba noche y dìa, grillos y canarios,
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano y luz alumbrando,
la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades a charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me dio el corazón que agita su marco,
cuando miro el fruto del cerebro humano.
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida, que me ha dado tanto,
me ha dado la risa y me ha dado el llanto,
así yo distingo dicha de quebranto,
los dos manantiales que forman mi canto.
y el canto de ustedes, que es mi propio canto.
y el canto de todos, que es mi prorio (el mismo) canto.